Son numeras las publicaciones que relacionan el consumo de fruta y verdura con un papel protector de enfermedades crónicas y degenerativas. El Estudio Prospectivo Europeo sobre Nutrición y Cáncer (2013) relaciona el consumo recomendado de fruta y verdura como un factor importante en la reducción de la mortalidad cardiovascular, en relación a una ingesta inferior.