Justificación
Según recoge el marco de referencia para la política sobre alcohol en la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud, el alcohol forma parte de la vida cotidiana y su consumo es valorado por numerosas razones: como medio de sociabilidad, como parte de la nutrición y como símbolo de descanso que relaja de las responsabilidades cotidianas. El alcohol es algo con lo que las personas se encuentran familiarizadas y cómodas, por lo que es difícil adoptar las reservas e imparcialidad necesarias para reconocer y actuar sobre los problemas asociados a su consumo.
La política sobre alcohol es un reto, no sólo a nivel regional, nacional y local, sino también a nivel personal e interpersonal. Los trastornos relacionados con el alcohol son demasiado elevados como para permitir que esos retos impidan la adopción de unas medidas políticas eficaces. Sabemos que muchos trastornos relacionados con el alcohol ponen en peligro o perjudican no sólo a la persona que bebe sino también a otras personas: los niños neonatos, la familia de la persona que bebe, los amigos y los compañeros del trabajo, las víctimas inocentes de los conductores bebedores, así como la comunidad en su conjunto. Estos efectos negativos sobre otras personas que no son el bebedor constituyen un argumento adicional muy sólido para llevar a cabo acciones concertadas con el fin de reducir los trastornos relacionados con el alcohol.
La 58ª Asamblea Mundial de la Salud de la Organización Mundial de la Salud, reconoce que los hábitos, el contexto y el nivel general del consumo de alcohol influyen en la salud del conjunto de la población. El consumo nocivo de alcohol se encuentra entre las principales causas de enfermedad, lesiones, violencia, especialmente violencia doméstica contra mujeres y niños, discapacidad, problemas sociales y muertes prematuras, asociado a problemas de salud mental, repercute gravemente en el bienestar humano, pues afecta a las personas, las familias, las comunidades y la sociedad en su conjunto, y contribuye a las desigualdades sociales y sanitarias. Haciendo hincapié en el riesgo de que el consumo de alcohol tenga efectos nocivos, particularmente en el contexto de la conducción de vehículos, en el lugar de trabajo y durante el embarazo. Alarmada por la magnitud de los problemas de salud pública asociados al consumo nocivo de alcohol y las tendencias del consumo peligroso, en particular entre los jóvenes; la intoxicación alcohólica se asocia a conductas de alto riesgo tales como el consumo de otras sustancias psicoactivas y las prácticas sexuales de riesgo.
El uso nocivo del alcohol tiene grandes repercusiones en la salud pública, y está considerado como el tercer factor de riesgo más importante de muerte prematura e incapacidad, siendo uno de los cuatro factores de riesgo principales destacados en el informe sobre la situación mundial de las enfermedades no transmisibles.
La Organización Mundial de la Salud con objeto de disminuir la carga de morbilidad causada por el consumo nocivo de alcohol y, en consecuencia, salvar vidas, prevenir traumatismos y enfermedades y mejorar el bienestar de las personas, las comunidades y la sociedad en su conjunto, en 2010 aprobó la Estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol, con la finalidad de reducir las consecuencias sanitarias y sociales del uso nocivo del alcohol y lograr que nuestras comunidades sean lugares más sanos, más seguros y más agradables para vivir, trabajar y disfrutar de nuestro tiempo libre.
Objetivo
Informar y sensibilizar a la población general de los efectos dañinos y perjudiciales del alcohol.
Materiales didácticos
Lema
¡La vida es mejor sin alcohol!