Justificación
La Organización Mundial de la Salud reconoce que el tabaquismo es la primera causa de muerte evitable en el mundo. Más de cinco millones de personas fallecen cada año como consecuencia del consumo de tabaco.
Los efectos del consumo de tabaco se producen desde el primer cigarrillo. No se ha podido calcular a partir de cuántos cigarrillos empieza a afectarse negativamente el organismo humano. En algunos estudios se apunta a que un consumo inferior a tres cigarrillos diarios es suficiente para multiplicar por dos el riesgo de tener cáncer de pulmón. Es decir, no se ha podido calcular un consumo mínimo seguro.
No hay ninguna acción que nos permita conocer los daños que se van a producir en una persona determinada ni cuántos cigarrillos debe fumar para que aparezcan. Por lo tanto, el objetivo, pensando en preservar la salud, es no fumar ningún cigarrillo ni consumir ningún otro producto del tabaco.
Los daños del tabaco no sólo se producen en las personas que fuman, sino también en las que están sometidas al humo de tabaco ambiental en lugares cerrados.
El tabaquismo involuntario o la inhalación del aire contaminado por el humo de tabaco provoca un aumento de la probabilidad de padecer las mismas enfermedades que los fumadores activos, y aumenta el riesgo de infecciones agudas y otras complicaciones en los más pequeños.
No existe ningún nivel seguro de exposición, ni ningún dispositivo que elimine completamente los productos tóxicos del tabaco. Por todo ello se aconseja que se evite siempre estar expuesto al humo de tabaco en el hogar, en los coches y en lugares públicos. Sólo un entorno libre por completo del humo del tabaco puede protegerle a usted, a sus hijos y a su familia de este riesgo.
La experiencia ha señalado que existen numerosas medidas efectivas para el control del tabaco que pueden aplicarse en diferentes contextos y lograr efectos significativos en el consumo de tabaco.
Las estrategias más eficaces en relación con los costos son las políticas públicas dirigidas a la población en general. Por ejemplo, las prohibiciones de la publicidad directa e indirecta del tabaco, los aumentos de impuestos y precios de productos de tabaco, la creación de espacios sin humo en todos los lugares públicos y lugares de trabajo, y los mensajes sanitarios bien visibles y claros en los paquetes de tabaco.
Todas estas medidas se abordan en las disposiciones del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
Objetivo
Informar y sensibilizar a la población general de los efectos dañinos y perjudiciales del tabaco para las personas fumadoras y para la población no fumadora.
Materiales didácticos
Lema
¡Lo mejor es no empezar!
¡Lo mejor es dejarlo!